El estado de una cuenca dentro de sus causas es el hombre que la habita, si aprovecha la tierra racionalmente cuidándola, mantendrá un régimen equilibrado en relación a sus condiciones naturales, pero si se hace todo lo contrario se presentará negativas consecuencias. Hoy se cuenta con estudios básicos que revelan la situación natural y socioeconómica de la cuenca. De los resultados de estos estudios se puede concluir que no es necesario ni deseable la compra de toda la tierra. Por varios problemas graves más que todo de índole natural (asentamientos, derrumbes y deslizamientos en la parte media y alta de la cuenca), es por el contrario lo necesario mantener la cuenca poblada para intervenir en lo posible en dichos fenómenos naturales (desviación de aguas, drenajes, corrección de torrentes etc.)